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Reseña Histórica

En este municipio, perteneciente a la Ruta de los Pueblos Blancos, las huellas humanas se remontan al tiempo del paleolítico, pues son frecuentes los hallazgos de hachas, flechas y otros objetos elaborados en sílex.

Sin embargo, su más emblemático legado histórico es la ciudad romana de Iptuci, situada al sur de la localidad, donde se llego a la acuñación propia de monedas y de cuya importancia dan fe las citas de Plinio y otros historiadores romanos.

Situada en la cumbre de la "Cabeza de Hortales", fueron los fenicios quienes iniciaron la explotación de sus salinas, alcanzando todo su esplendor en la época romana, cuando se llegó a la acuñación propia de monedas. Posteriormente en poder de los árabes, fue destruida por Alfonso VII en 1113-1114.

En la actualidad se conservan algunos lienzos de murallas, el cipo funerario en la fachada de la Iglesia, y una lámina de cobre del Tratado de Hospitalidad entre la colonia de Ucubi (actual Espejo de Córdoba) y el municipio Iptuci.

Pero no fue hasta el reinado de Carlos III, momento en el que se decidió la colonización de las zonas despobladas de Andalucía, cuando se inició la andadura del Prado del Rey que hoy se conoce. Gracias a la Real Provisión de 29 de Abril de 1768 y de la mano del Asistente de Sevilla D. Pablo de Olavide, se instalaron 189 colonos procedentes de la serranía de Grazalema y Ronda que con 36 fanegas de tierra, casi improductivas, marcaron el carácter emprendedor que hay singulariza a sus habitantes.

Pueblo eminentemente agrícola, conoció épocas de gran prosperidad como la originada por la producción de sus excelentes vinos de "Pajarete", premiados en la exposición de Madrid de 1877, y aguardientes igualmente apreciados.

A partir de los años sesenta se inicia un giro económico en la población gracias a la implantación de la industria artesana de la marroquinería, constituyendo hoy en día su principal factor de producción.